La palabra Eneagrama deriva de las palabras Griegas “Enea”, que significa nueve, y “Grama”, que significa algo escrito o dibujado. Este Diagrama de Nueve, nos entrega un mapa de los nueve tipos de personalidad, cada una con sus particulares motivaciones, intereses, miedos, focos de atención, comportamientos neuróticos, espacios de desarrollo, etc. Cada uno de los 9 tipos de personalidad tiene asociado y trazado un camino particular para su transformación.
¿Qué es el Eneagrama?
Un espejo que nos refleja la verdad de quién realmente somos
El Eneagrama es una tipología de personalidad que traza un mapa del carácter humano.
Es un profundo sistema de autoconocimiento, cuyo mayor aporte al individuo es ser una herramienta transformacional clara y concreta, que le permite comprender el porqué de su forma tan particular de pensar, actuar y emocionar.
Así mismo, permite trazar líneas de trabajo específicas, tanto para potenciar sus dones y habilidades, cómo para abandonar dinámicas cognitivas, emocionales y actitudinales que no son más que barreras para su progreso y bienestar.
Además de nuestro tipo de personalidad basal
Hay otros cuatro números que influyen en la forma en que como individuos exhibimos las características de nuestro tipo de personalidad, estos son las Alas y las Direcciones de Integración y Desintegración. Muy brevemente, las Alas corresponden a los números que se encuentran a ambos costados de nuestro puesto en el diagrama, es decir, por ejemplo, si mi tipo de personalidad corresponde a la del Eneatipo 4, entonces mis Alas podrían ser el 2 o el 3.
Por otro lado la dirección de integración y desintegración, grafican cómo en momentos de mayor laxitud y mucho estrés, mi eneatipo basal comienza a exhibir características de otro eneatipo en el mismo nivel de desarrollo en el que yo me encuentro. Siguiendo el ejemplo del Eneatipo 4, éste en momentos de integración, exhibe características de un 1 sano. Así mismo, en momentos de mucho estrés, comienza a exhibir características y comportamientos de un 2 insano.
Es nuestro temperamento…
Junto con otras características prenatales las que determinan nuestro tipo de personalidad. Todos nacemos con un puesto asignado dentro del diagrama, y lo conservamos a lo largo de la vida. Las características de nuestro tipo de personalidad, pueden suavizarse o pronunciarse dependiendo del momento que estamos viviendo, el estrés asociado a ciertas circunstancias, y a nuestro nivel de conciencia de los mecanismos que tiene el ego para mantenernos prisioneros de nuestro tipo de personalidad.
