El Eneagrama dentro del mundo de las organizaciones es sobre todas las cosas una herramienta para el desarrollo de la Inteligencia Emocional.  El psicólogo norteamericano, Daniel Goldman, define la Inteligencia Emocional como la “habilidad de identificar, evaluar y controlar las propias emociones, así como también, comprender, manejar e influenciar las emociones en los demás”.

De esta forma, la Inteligencia Emocional se compone de dos tipos de conciencia: conciencia de nuestro estado emocional, y conciencia del estado emocional de los otros. Lo opuesto a la inteligencia emocional, es el “piloto automático”, cuando actuamos en inconsciencia, de forma reactiva y defensiva a los impulsos del medio ambiente. El piloto automático no es más que un comportamiento inconsciente, que puede ser altamente tóxico para la relaciones y la confianza dentro de los grupos humanos.

Cuando estamos atrapados en la Personalidad, es decir, en nuestro Eneatipo base, no somos libres. Nuestro comportamiento es inconsciente, desconocemos todo aquello que lo genera psicológicamente. Estamos en desconocimiento de nuestros intereses, motivaciones, defectos, habilidades y hábitos autoboicoteadores. El Eneagrama permite hacer consciente todos los elementos inconscientes que rigen el comportamiento de un individuo, su forma de pensar y emocionar. Te permite generar empatía por la experiencia interna de cada Eneatipo, manejar tus emociones y comprender las emociones de los demás.